9.8.11

Conocer

Pasaje tomado de las lecturas y comentarios de Enrique Eskenazi en el curso Nietzsche: Psicología & nihilismo. Transcripción Toni Pascual.


"El conocer no es como un puente que en algún momento y secundariamente une dos orillas de un río que subsisten por sí, sino que es él mismo un río que al fluir crea las orillas y las vuelve una hacia otra de un modo más originario que lo que pueda nunca hacerlo un puente." Martin Heidegger, Nietzsche I, p. 456, Ediciones Destino.

"El conocer no es como un puente que en algún momento y secundariamente une dos orillas de un río que subsisten por sí"... como si ya hubiera un río, como si ya hubieran dos orillas, que por sí subsisten, que ya existen, y que además el conocimiento es un puente entre estas dos cosas que ya existen. Heidegger dice que el conocimiento no es eso. Pero la gente se cree que estoy yo, que está el objeto (ya hecho, subsistente), y ahora yo conozco al objeto. Como si el conocimiento fuera una tercera cosa entre dos cosas acabadas.
El conocer "es él mismo un río que al fluir crea las orillas y las vuelve una hacia otra de un modo más originario que lo que pueda nunca hacerlo un puente." Por lo tanto, el conocimiento no une dos sustancias ya existentes, sino que es un flujo que va creando en su fluir las sustancias que vincula. No están previamente dadas. El proceso de conocer crea lo que aparece como realidad. No es arbitrario el conocer. No es cualquier cosa que uno se saque de la manga. No. Sigue sus reglas, sigue su camino. Es preciso. No es cualquier delirio. El conocer riguroso va creando mundo. No es que hay un mundo, al que además, por añadidura se lo conoce, sino que el mundo siempre es el resultado de un flujo de conocimiento, y al transformarse este flujo se transforma el mundo. Y el mundo conocido es el mundo conocido para un determinado conocimiento. En cuanto ese conocimiento ha quedado obsoleto ese mundo ha desaparecido para dar lugar a otro.
Dicho de otra manera, el mundo newtoniano no es el mundo aristotélico, y es absurdo compararlos, porque son mundos distintos. Y el mundo einsteniano no es el mundo newtoniano, ni mucho menos. Murió el mundo de Newton, se cayó, y apareció el nuevo mundo, que es nuestra realidad, que es el mundo determinado por la teoría de la relatividad, que no comparte ningún presupuesto con el mundo de Newton. No se pueden tener los dos a la vez. Por lo tanto, el avance, el desarrollo del conocimiento, es creación de mundo, y no reproducción de un mundo. Esto los estudiantes de filosofía lo saben desde hace ya mucho tiempo. No es como esa idea absurda, de que ya esta el mundo acabado y uno, o el científico, luego lo copia. No, no es eso. El conocimiento crea mundo.
Además, en eso que llamas mundo hay conocimiento solidificado. Más tarde W. Giegerich dirá: "mercurio atrapado en la materia". Y en lo que parece que fuera un mundo acabado hay un montón de ideas cristalizadas. Devolverlas a su origen implica desustancializar la realidad y que la conciencia se vuelva más consciente de ser conciencia y no de ser objeto fijado. El río se vuelve consciente de que no existen ya las orillas, sino que las va creando.